El Doktor, en Triple Concierto - J. F. Pinedo

No es extraño que en esta novela, a pesar de que transcurre en aquel período de dolor-horror, no se mencione esta situación. En los personajes, todos ellos sin importancia: antihéroes, se trasunta -sin ser explícito- el estado del país. Esto lo logra J.F. con sutileza, sorteando lo panfletario de la denuncia, tan manoseada. ¿O será que toma una lupa y magnifica esta miseria humana que no va a ninguna parte y que se diluye en el alto precio del "costo social"?
Extrañamente, aunque J.F. y yo somos coetáneos, y él había asistido al Bellas Artes: nunca lo vi. En ese tiempo la bohemia se ejercía casi protesionalmente: en los clubes sociales: el Club de Hijos de Tarapacá, el Black&White, pero Bosco era el epicentro de este lúdico y nutricio hábito de vivir intensamente, sin aliento. Curioso: tampoco nos vimos antes del 73. La galería de personajes que coexistían en esos lares: Jorge Teillier, todo el grupo de la "pequeña me-noria"; Raúl Ruiz y sus primeros atisbos cinematográficos; Enrique Litin -poeta y actor-, Estela Díaz-Varín, que emergía de ataúdes en sus happenings al medio de ll Bosco. Y por todo eso: no es extraño.